Jacobo Ramón (Madrid, 2005) vivió el día más feliz de su corta trayectoria deportiva en la goleada del Real Madrid al Salzburgo (5-1). Ancelotti, con la ‘manita’ ya en el marcador y la oportunidad de dosificar a Rüdiger, introdujo al canterano en el 78′ por delante de Alaba o Vallejo e hizo debutar a una de las joyas más prometedoras de la cantera. El central llegó con ¡ocho años! a La Fábrica para formar parte del Benjamín B y desde entonces ha ido cumpliendo etapas hasta alcanzar la cima. El club confía en él como un proyecto de presente… y mucho futuro.
El zaguero, apadrinado por Arbeloa, pegó un salto de calidad hace dos temporadas, cuando el Juvenil A dirigido por el campeón del mundo ganó el Triplete (Liga, Copa de Campeones y Copa del Rey). En aquel equipo destacaron Nico Paz, Gonzalo… y Jacobo. Juli Carmona, segundo entrenador de Arbeloa, llegó a colgarle en X (antes Twitter) la etiqueta de “mejor central de Europa” de su edad y ha demostrado en sus numerosas participaciones en la Youth League encontrarse un punto por encima de sus rivales.
Su estatura, rozando el 1,90 m, le permite destacar en los duelos y el juego aéreo. De él también destaca su extraordinario pie derecho, clave para su buena salida de balón y los desplazamientos largos que se han convertido en una de sus señas de identidad. Calidad técnica no le falta y tampoco poderío a la hora de rematar saques de esquina. Ante el Salzburgo también demostró su velocidad para anticiparse al corte y para leer los desmarques de los delanteros con una facilidad innata. Aunque los que le conocen aseguran que todavía le falta “un poco de gimnasio”, para ganar musculatura, la entidad le valora y confía en su crecimiento.
De hecho, Jacobo estaba por delante de Raúl Asencio en los planes de Carletto para cubrir las emergencias en el centro de la defensa esta temporada. Pero entonces le mermaron las lesiones musculares, el factor que le ha limitado esta temporada. El 9 de octubre sufrió un percance en el sóleo mientras se ejercitaba a las órdenes de Ancelotti, justo cuando Militao también estaba tocado y Rüdiger comparecía con Alemania durante el parón internacional, y en noviembre cayó de nuevo por una afección en un tendón. Asencio aprovechó la oportunidad (y también la rotura de cruzado de Joan Martínez) y le adelantó.
Ya en plenitud física, Jacobo vuelve a hacerse un sitio y a reclamar que puede aportar en el primer equipo. Su carrera la inició en la escuela de la RFEF (2011-12) y en Las Rozas (12-13) y luego ha pasado por todas las categorías del fútbol base del Real Madrid. Esta temporada, además de echar una mano arriba, forma parte del Castilla de Raúl, otro entrenador que cuenta con él y le ha dado cariño. El míster lo recuperó para el once tras su lesión para el primer partido del año contra el Alcoyano y tanto contra los alicantinos como el pasado viernes frente al Betis Deportivo, el defensa le respondió con creces.
Cabe recordar que el central de La Fábrica ya estuvo a punto de debutar con el Real Madrid en el duelo contra el Alavés, en el que entró Jesús Vallejo justo antes que él. Sin embargo, el partido se complicó y su cambio, ya preparado, fue descartado por Carlo Ancelotti, que dio entrada a Fran García en su lugar. Este verano participó en la gira por Estados Unidos, a la que voló una vez ganó la final del Europeo Sub-19 contra Francia. En la Selección también es una pieza clave.